La Respuesta
Un niño se despierta en un lugar vacío y oscuro; no hay absolutamente nada alrededor más que oscuridad. De repente, un foco se enciende en su cabeza. La fuerte luz calienta su cuerpo. Cuando mira al suelo y los alrededores, siente como si la luz solo lo iluminará a nadie, todo el ambiente permanece oscuro y vacío. Levanta la vista y entonces una voz emerge de la oscuridad: — Hola, Eduardo… – El niño mira hacia los lados y ve una figura alta, esbelta, con una voz tranquila, un tono profundo pero acogedor. A medida que la figura se acerca, la respiración del niño se acelera, la figura se acerca hasta estar a su lado, para luego llevar una de sus manos huesudas y pálidas al hombro derecho del niño, quien queda paralizado apenas lo toca, su respiración, como Además de que su tensión disminuyó radicalmente, ahora está tranquilo y descansado. — ¿Quién eres tú? — pregunta el niño. Y la criatura responde prontamente: — Ya sabes la respuesta. — — ¿Dios? — No. — ¿El diablo? — No. — ¿La Mue...